¿Por qué seguimos creyendo que nos merecemos las cosas? Esa inquietante sed de estatus y posicionamiento dentro de los núcleos de poder, es simplemente las vendas que nos han hecho creer para asegurarnos que valemos algo por estar en un lugar que también nos han hecho creer que es privilegiado. La regía posición y el control de dirigir ya sea una nación, una ideología, siempre es colocando a los que tienen más riqueza , más tierras, más acceso y para variar el darwinismo social señala que el más débil es que el que no triunfa , el que fracasa y nos comparan con ese cliché de que es nuestra naturaleza. Somos lo únicos seres que podemos sonreír y amar, no en la connotación producida por el marketing del amor , amor entendido como tolerancia y respeto, amor comprendido como la comprensión de uno mismo en este mundo y con la convivencia con nuestro prójimo, este mundo en el que vivimos está prestado y sólo nos hemos encargado de seguir conductas superfluas cayendo en el individualismo y en la constante alimentación de nuestro ego.
Hemos creído que estar en cierto lugar venerado y respetado por otros individuos es encapsulándonos en la idea de que solamente el que se esfuerza en tener una profesión, un buen puesto en un trabajo, es la gloria y es la máxima expectativa de la vida. Porque nos creemos estas ideas, cuando llegamos el mundo no merecemos más que vivir en lo que corresponde a nuestra esencia como seres racionales, nuestro sentido común indica que debemos nutrir nuestro espíritu, ejercitar nuestro cuerpo y constantemente sanar nuestra alma, pero eso no nos tiene que hacer mejor que otros. Todos somos iguales, y esa es la única obligación, se tiene que trabajar por igual, y no autonombrarse con títulos y bustos en las calles como héroes, todos tenemos una única misión, y es la de dejar de odiarnos entre nosotros mismos.

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